Las condiciones climáticas en España cada vez son más imprevisibles. En cuestión de minutos el cielo nublado de una fría mañana de invierno puede evolucionar hacia una tormenta de nieve. ¡Y si la nevada te pilla en tu coche, mucho más vale que vayas preparado! Por esta razón, comprender conducir con nieve y llevar los complementos adecuados es primordial. Imagínese quedarse sin combustible en la mitad de un temporal.
Es esencial que compruebes que ningún trozo de la cadena queda volteado. Equipa tu coche con accesorios de utilidad para conducir con nieve. También te va a ser útil contar con un kit de urgencia con un botiquín y algo de comida.
Estacionar El Vehículo Y Nieve
Si hay nieve en la calzada, tienes que circular a una agilidad baja, evitando pisar el freno. Si tu vehículo padece un derrape, mantén la tranquilidad y trata de recobrar el control. Además de esto, se aconseja circular con marchas largas, ya que favorece la seguridad del coche. Tomar curvas aumenta el peligro de patinar sobre superficies nevadas o heladas.
La anticipación en frente de posibles imprevisibles debería ser parte de los criterios de conducción de cualquier persona que se ponga al volante. Esto quiere decir que, aunque no haya presencia de nieve o hielo, es viable presenciar algún género de derrape en los pasos por curva. ¿La efectividad de qué elemento del vehículo deberemos comprobar tras pasar por un tramo inundado?
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Evita, en consecuencia, conducir sobre surcos o pequeñas fisuras en el asfalto. En el caso de que te sorprenda una enorme nevada, la calefacción aumentará tu consumo de gasolina. Conducir con nieve piensa una menor visibilidad para el conductor. No obstante, podemos reducir peligros siguiendo una sucesión de recomendaciones al volante. De entre todos los aspectos que debes cuidar, los neumáticos son primordiales. El objetivo es que las ruedas comiencen a girar lo mucho más de forma lenta posible para eludir el deslizamiento sobre la nieve.
Los volvimos a ver, así como múltiples recomendaciones en general para conducir con nieve o hielo, pues aparte de reducirse claramente la adherencia, también puede afectar a la visibilidad. La regla número uno si te quedas atrapado en la nieve es mantenerse dentro del vehículo. Es primordial que mantengas el motor encendido para evitar que la batería se agote. Si tienes ocasión de desplazarte, trata de efectuar la parada en la orilla derecha de la carretera. Además de esto, moderniza el aire del interior cada cierto tiempo para evitar que el habitáculo se llene de CO2.
En verdad, ni siquiera son cadenas al empleo, sino más bien unas fundas de nailon que se colocan como si fuera un gabán para las ruedas. Las cadenas se colocan en las ruedas motrices, esto es, aquellas que reciben la fuerza del motor y con ellas se aconseja no circular a mucho más de 50 km/h. La DGT publicó el año pasado un vídeo explicativo en su cuenta de Twitter muy útil para saber de qué forma colocar las cadenas en las ruedas. Además, se recomienda preguntar las recomendaciones del desarrollador y no saltarse ningún punto importante. 4 son los escenarios de alerta, los que clasifican el estado de las rutas y el peligro que supone conducir por las mismas. Estos niveles dependen esencialmente de la proporción de nieve que hay acumulada sobre el firme.
Los continuos cambios de marchas, así como circular con una relación de marchas cortas acrecientan las opciones de perder el control del vehículo. 9 de cada 10 accidentes al conducir con nieve se producen on-line recta. Para evitarlos, incrementa considerablemente la distancia de seguridad con el vehículo que tienes delante.
Reducir la agilidad y acrecentar la distancia de seguridad. Recuerda que, cuantos más gestos hagas durante la conducción, mucho más aumentará el peligro. Revela cuáles son los más destacados neumáticos para tu vehículo. Siempre y cuando la temperatura exterior baja de los 7ºC, los neumáticos de verano (los mucho más habituales en España) empiezan a ver mermadas las prestaciones y su adherencia. No obstante, con temperaturas inferiores a 4ºC el peligro pasa a ser radical. Se recomienda eludir cualquier maniobra brusca y reducir en especial la velocidad en curvas y descensos.
Si el vehículo está estacionado en una región cubierta de nieve y con presencia de hielo, lo mucho más posible es que las ruedas derrapen si intentas iniciar la marcha engranando primera agilidad. Por ese fundamento, es indispensable dejar mucho más distancia de seguridad respecto a los vehículos que te preceden. Tal y como te hemos explicado, la distancia de frenada se aumenta con bajas temperaturas y/o nieve en el asfalto. De qué manera conducir con nieve y qué qué tienes que realizar cuando hay hielo en la calzada. C) En la primera relación de marchas y acelerando intensamente. Al contrario de las anteriores, las cadenas de nieve metálicas son las mucho más populares.