“Contamos un problema con el Whatsapp y el móvil inteligente para la seguridad. La novedosa Ley de Tráfico, aprobada en el tercer mes del año, se ha actualizado y hecho más simple, se ha adaptado a los nuevos tiempos. Hay que adecuar el permiso por puntos a las novedosas circunstancias” apuntó Pere Navarro, directivo general de Tráfico en la Jornada “Charlemos de Movilidad Segura y Sostenible”, organizada por Guaguas Municipales y el periódico La Provincia, el pasado 28 de abril en Las Palmas de Gran Canaria. Utilizar el móvil mientras se conduce es un grave peligro. Sin embargo, llevarlo en el vehículo será de gran herramienta en caso de emergencia. El 85,1% dice que nunca habla por el móvil en el momento en que conduce.
Entre un 30 y un 50 por ciento de los conductores no siente este peligro, y por este motivo les recalca que algunos estudios, incluso, estiman que la utilización inadecuado del móvil inteligente puede llegar a ser tan arriesgado como la conducción con exceso de alcohol. Las conclusiones de Luis Montoro frente a las nuevas tecnologías que nos esperan dan paso a la reflexión. “Si el vehículo le da al conductor demasiada información se genera un grave agobio atencional, con riesgo de accidente”, insiste. “Hay muchas personas que no desean tanta tecnología embarcada en el vehículo porque les produce también estrés tecnológico. En verdad, varios conductores, tras comprar el vehículo desenchufan bastantes sistemas”.
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En la página web de la revista hay una infografía interactiva muy ilustrativa sobre esto. Según datos de la DGT, las distracciones al volante se han cobrado la vida de sobra de 300 personas todos los años . “Precisamente un 22% de la gente conductoras españolas reconoce haber hablado sin manos libres, leído mensajes o consultado las redes sociales durante el último mes. Más de la mitad afirma haber hablado con un sistema de manos libres, a pesar de admitir que piensa una distracción al volante”, señala el directivo del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, Álvaro Gómez.
Conclusiones de los especialistas.-Ante esos datos, los investigadores atribuyeron el siniestro a la distracción del conductor del camión por una llamada telefónica, que fue respondida por su acompañante y donde prácticamente no dio tiempo a conversación alguna. La hipótesis mucho más posible es que un despiste de apenas 2 segundos, (en los que se recorren 44 metros a 80km/h) llevara al conductor a proseguir recto en lugar de continuar la trayectoria de la carretera, con una curva extensa que comenzaba en ese momento. Nada puede ser tan urgente que compense el riesgo de padecer un accidente, ya que aun la sorpresa de oírlo sonar al entrar una llamada puede suponer algo mucho más que un susto. Como se advierte todo el tiempo, la distracción al volante es una de las principales causas de accidentes de tráfico y el uso del smartphone pertence a las imprudencias mucho más graves que causan esa distracción. La DGT te cuenta cuál es el accidente mucho más frecuente por emplear el móvil. Afirma que los conductores bajan la guarda, y es en el momento en que cometen mucho más del doble de fallos que cuando conducen sin emplear el móvil.
El Móvil Inteligente, Un Problema Para La Seguridad
Exactamente es el móvil inteligente y su uso lo que centra el estudio efectuado por la Fundación Mapfre, Teléfono móvil, cansancio, somnolencia y dispesiones al volante, en el que deja claro que “el móvil inteligente se ha convertido en la principal fuente de distracción, seguido del cansancio”. El incidente de circulación más relacionado con la falta de atención al volante propiciada por la utilización de teléfono móviles o manos libres, es la salida de la vía. Este género de accidente supone más de un 40% del total de siniestros, y viene dado por la desatención del tráfico al efectuar acciones al unísono que se conduce. En torno al 40% de los accidentes de tráfico se deben a una distracción y la utilización del móvil inteligente todavía es una de las infracciones más cometidas por los conductores. Por eso, la DGT ha anunciado un mensaje de Twitter bajo el hashtag #CeroDistraccion, con un sencillo test para hacerte acordar cuál es el incidente más frecuente por utilizar el móvil inteligente mientras que conduces. Si bien el manos libres ha reducido la siniestralidad (según ciertos estudios en algo mucho más de un tercio), “es muy importante tomar en consideración que, aunque no afecta al control motriz, sí que perjudica, y mucho, a nivel cognitivo y provoca graves dispesiones.
En lo que se refiere a la segunda causa, el motivo de la distracción cada vez más recurrente es la utilización del móvil inteligente mientras se conduce. [newline]Indudablemente, una de las imprudencias más graves detectadas por la Dirección General de Tráfico . Pero el problema no es solo que dejemos de gozar momentos que no volverán por estar pendientes de un aparato. En ocasiones, llegamos aun a poner nuestra vida en riesgo por tal de atender el móvil. No ser capaces de dejar el móvil mientras se conduce, se encuentra dentro de las lacras de esta sociedad, y nos puede salir carísimo. El problema es que a veces la dependencia es tal, que no entendemos parar. No levantar la visión de nuestro teléfono móvil puede hacernos perder mucho tiempo de vida.
La Utilización Del Teléfono Móvil Mientras Se Conduce, Es Sin Duda Una De Las Causas De Accidente Mucho Más Habituales Hoy Día
Comprender que como peatones, abstraídos en la charla, también paseamos ajenos a los peligros viales. Disuadir a los clientes de llamar o coger el móvil inteligente mientras que conduce. ¿Cuál de las siguientes infracciones que se relacionan con la prioridad de paso se da habitualmente en los accidentes de circulación?
Está probado que conducir y hablar por teléfono al tiempo es una circunstancia que distrae la atención de la conducción, y que el accidente mucho más recurrente en la carretera -la salida de vía, con un 30 por ciento de víctimas mortales- se genera en general por una distracción. Conducir y hablar por el móvil al mismo tiempo sin emplear un sistema de manos libres se considera una infracción grave y puede estar sancionada con multa desde 91 a 300 euros y una suspensión del permiso de conducir por un tiempo mínimo de un mes y máximo de tres meses. Además cuando el 1 de julio entre en vigor el sistema de permiso por puntos se fija que “conducir usando manualmente el móvil, cascos, auriculares o algún otro dispositivo incompatible con la obligación de atención persistente a la conducción supone la pérdida de 3 puntos”.
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En ellos murieron 1.004 personas y 3.728 resultaron gravemente heridas. Unos datos indudablemente alarmantes, y sobre los que debemos pensar. Pues jugamos con nuestra seguridad y la de las personas que nos rodean, un fundamento más que suficiente para cumplir las reglas de tráfico. El teléfono móvil es indudablemente el dispositivo del que más dependemos actualmente.
En verdad, utilizar el WhatsApp “es la segunda opción que acarrea mucho más peligro”. Aun de esta forma, “si no existieran los móviles, habría que inventarlos, pero quizás cuidando más las implicaciones de su uso durante la conducción”. El teléfono móvil aporta seguridad y protección, en especial en momentos de urgencia o de necesidad. De ahí que, llevarlo en el vehículo deja en caso de avería, incidente, atasco o algún otro tipo de incidencia trasmitir información rápida y precisa, así como demandar la ayuda precisa. Conducir y charlar por teléfono al mismo tiempo, está probado que es una circunstancia que distrae la atención de la conducción. Según distintos estudios, la posibilidad de padecer o provocar un incidente se multiplica por 4. El nivel de distracción que padece el conductor en varias llamadas es semejante a haber ingerido alcohol, hasta el punto de que el 40% de las señales le pueden pasar desapercibidas.
Tampoco es menos arriesgado llevar a cabo una llamada donde, para marcar un número, la vista se desvía de la carretera y la mano del volante. El instante de mayor riesgo es, según los especialistas, cuando se recibe una llamada. Exactamente la misma sorpresa que produce el sonido se traduce en una aceleración del ritmo cardiaco del conductor y el cerebro, desde ese instante, debe dividir su atención entre el desarrollo de la charla y las circunstancias del tráfico.